El cemento pulido y el microcemento son materiales diferentes, aunque normalmente suelen confundirse y pensar que es el mismo material. Sin embargo, por los resultados obtenidos y las características que tienen en sus aplicaciones tienen poco que ver.
- El cemento pulido es antes que nada un material de
agarre y necesita juntas
de dilatación cada 4,5 metros.
- El microcemento es un material de decoración con sus propiedades que le dan
una gran flexibilidad en el uso; y lo principal y más importante no necesita
juntas de dilatación.
El cemento pulido es un aglomerante que
reacciona al agua. De
aspecto uniforme endurece al secar y, con el paso del tiempo, puede acabar
agrietándose. Esto es el cemento de toda la vida que sigue considerándose como un
material de construcción.
El cemento pulido es un efecto de acabado de este mismo cemento que se trabaja con
un pulidor durante el fraguado que precisa juntas. Se realiza con un cemento
tradicional. Razón por la que con el tiempo, acaba agrietándose.
El cemento pulido tiene la desventaja de su peso, por lo que a
la hora de aplicarlo, se aconseja que se aligere al máximo el peso del suelo sobre
el cual va a emplearse. Esta característica hace que no se recomiende su uso para
las viviendas domésticas.
El microcemento, por su parte, es resistente y también ligero, por lo que no es necesario aligerar la estructura sobre la cual se va a aplicar, a diferencia con el cemento. Además, no requiere juntas de dilatación, lo que proporciona un efecto visual de amplitud.
Su fino espesor y su alto grado de adherencia permite que el microcemento pueda aplicarse sobre cualquier tipo de superficie (salvo la madera) sin necesidad de realizar ningún desescombro, lo que se ahorra en tiempo, dinero y comodidad.
Este revestimiento puede aplicarse de manera continua. Un acabado con barniz y cera es suficiente para una protección larga y duradera.